Ve DEA a mariguana como droga ‘menos peligrosa’

Washington— La Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos se dispondrá a reclasificar la mariguana como una droga menos peligrosa, según ha sabido The Associated Press, un cambio histórico en las políticas de drogas estadounidenses que podría tener amplios efectos en todo el país.

La propuesta, que aún debe ser revisada por la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB) de la Casa Blanca, reconocería los usos médicos del cannabis y reconocería que tiene menos potencial de abuso que algunas de las drogas más peligrosas de la nación. Sin embargo, no legalizaría la mariguana de forma directa para uso recreativo.

El movimiento de la agencia, confirmado a AP el martes por cinco personas familiarizadas con el asunto que hablaron bajo condición de anonimato para discutir la delicada revisión regulatoria, despeja el último obstáculo regulatorio significativo antes de que el cambio de política más importante de la agencia en más de 50 años pueda entrar en vigor.

Una vez que la OMB apruebe, la DEA recibirá comentarios públicos sobre el plan de mover la mariguana de su clasificación actual como droga de Clase I, junto con la heroína y el LSD. 

El traslado a la Clase III, junto con la ketamina y algunos esteroides anabólicos, sigue una recomendación del Departamento de Salud y Servicios Humanos federales. Después del período de comentarios públicos y una revisión por un juez administrativo, la agencia eventualmente publicaría la regla final.

“Hoy, el fiscal general circuló una propuesta para reclasificar la mariguana de Clase I a Clase III”, dijo la directora de asuntos públicos del Departamento de Justicia, Xóchitl Hinojosa, en un comunicado. “Una vez publicado por el Registro Federal, iniciará un proceso formal de elaboración de normas como lo prescribe el Congreso en la Ley de Sustancias Controladas”.

La firma del fiscal general Merrick Garland da todo el peso del Departamento de Justicia a la medida y parece señalar su importancia para la administración Biden.transTT

Esto se produce después de que el presidente Joe Biden llamara a una revisión de la ley federal sobre la mariguana en octubre de 2022 y se moviera para perdonar a miles de estadounidenses condenados federalmente por posesión simple de la droga. También ha instado a gobernadores y líderes locales a tomar medidas similares para borrar las condenas por mariguana.

“Los antecedentes penales por el uso y posesión de mariguana han impuesto barreras innecesarias para el empleo, la vivienda y las oportunidades educativas”, dijo Biden en diciembre. “Demasiadas vidas han sido trastornadas debido a nuestro enfoque fallido sobre la mariguana. Es hora de corregir estos errores”.

El anuncio en año electoral podría ayudar a Biden, un demócrata, a aumentar el apoyo, especialmente entre los votantes más jóvenes.

Biden y un número creciente de legisladores de ambos principales partidos políticos han estado presionando para que la DEA tome esta decisión a medida que la mariguana se ha vuelto cada vez más despenalizada y aceptada, especialmente por personas más jóvenes. Una encuesta de Gallup el otoño pasado encontró que el 70 por ciento de los adultos apoyan la legalización, el nivel más alto registrado por la firma de encuestas y más del doble del aproximadamente 30 por ciento que la respaldaba en el año 2000.

La DEA no respondió a las repetidas solicitudes de comentarios.

Las drogas de Clase III siguen siendo sustancias controladas y están sujetas a reglas y regulaciones, y las personas que trafican con ellas sin permiso aún podrían enfrentar procesos penales federales.

Algunos críticos argumentan que la DEA no debería cambiar de rumbo en la mariguana, diciendo que la reclasificación no es necesaria y podría llevar a efectos secundarios dañinos.

Jack Riley, ex administrador adjunto de la DEA, dijo que tenía preocupaciones sobre el cambio propuesto porque cree que la mariguana sigue siendo una posible “droga de inicio”, que puede llevar al uso de otras drogas.

“Pero en términos de obtener luz verde para usar nuestros recursos para combatir otras drogas importantes, eso es positivo”, dijo Riley, señalando que sólo el fentanilo causa más de 100 mil muertes en Estados Unidos al año.

Por otro lado, otros argumentan que la mariguana debería ser tratada de la misma manera que el alcohol.

La semana pasada, 21 demócratas liderados por el líder de la mayoría del Senado, el senador Chuck Schumer de Nueva York, enviaron una carta a Garland y la administradora de la DEA, Anne Milgram, argumentando que la mariguana debería ser eliminada de la lista de sustancias controladas y en su lugar regulada como el alcohol.

“Es hora de que la DEA actúe”, escribieron los legisladores. “En este momento, la Administración tiene la oportunidad de resolver más de 50 años de políticas fallidas y discriminatorias sobre la mariguana”.

La política federal de drogas ha quedado rezagada respecto a muchos estados en los últimos años, con 38 que ya han legalizado la mariguana medicinal y 24 que han legalizado su uso recreativo.

Eso ha ayudado a impulsar un rápido crecimiento en la industria de la mariguana, con un valor estimado de casi $30 mil millones. Flexibilizar las regulaciones federales podría reducir la carga impositiva que puede ser del 70 por ciento o más para las empresas, según grupos de la industria. También podría facilitar la investigación sobre la mariguana, ya que es muy difícil realizar estudios clínicos autorizados sobre sustancias de Clase I.

El efecto inmediato de la reclasificación en el sistema de justicia penal de la nación probablemente sería más atenuado, ya que los procesamientos federales por posesión simple han sido bastante raros en los últimos años.

Pero flexibilizar las restricciones podría llevar a una serie de consecuencias no deseadas en la guerra contra las drogas y más allá.

Los críticos señalan que, como droga de Clase III, la mariguana seguiría siendo regulada por la DEA. Eso significa que los aproximadamente 15 mil dispensarios de cannabis en Estados Unidos tendrían que registrarse en la DEA como farmacias regulares y cumplir con estrictos requisitos de informes, algo que no quieren hacer y para lo que la DEA no está preparada.

Luego están las obligaciones internacionales de Estados Unidos, siendo la principal la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes, que requiere la criminalización de la mariguana. En 2016, durante la administración Obama, la DEA citó las obligaciones internacionales de Estados Unidos y los hallazgos de un tribunal federal de apelaciones en Washington al negar una solicitud similar de reclasificar la mariguana.