El Barça naufraga entre el cemento y se queda sin Final Four

Tal y como deseaba el Olympiacos, el Palau se llenó de cemento y el Barcelona no supo navegar en él. Acabó hundiéndose, no hizo valer el factor cancha y se quedó sin Final Four (59-63). Otro palo para el primer proyecto de Roger Grimau, al que ya sólo le queda la Liga Endesa para salvar el curso. El último billete para Berlín lo sacó el equipo de El Pireo que, en un partido terrible en lo ofensivo, jugó mejor sus bazas. Está acostumbrado a esta clase de citas y demostró tener más colmillo que los azulgranas. Se medirá al Real Madrid en semifinales. Reedición de la final del año pasado.

De nada sirvió el épico esfuerzo defensivo de Ricky (cinco recuperaciones y mil balones tocados) y Abrines; ni la inspiración de Laprovittola, que con 17 puntos, incluidos los ocho primeros de su equipo, fue el único que vio aro en una noche de espesura generalizada; ni las tareas de intendencia de Satoransky... Los azulgranas penaron desde el triple (4/26 con 0/11 entre unos pésimos Parker y Kalinic) y se condenaron en un último cuarto para olvidar.

En un duelo donde cada canasta se celebró como un gol, el Barça recibió un parcial de 2-15 que le dejó muy tocado (49-57, min 38). El Olympiacos no mandó en el marcador en toda la noche hasta que restaban cinco minutos, pero aprovechó nueve puntos seguidos de McKissic, incluidos dos triples, para ponerse arriba y luego no soltó el timón.

Los azulgranas, atenazados por la tensión, perdieron un balón con 54-57 y se olvidaron de hacer falta en busca de la remontada. Milutinov anotó solo debajo del aro. Después, Vesely quiso retrasar el reloj de posesión y acabó regalando la posesión. Dos acciones inexplicables que hicieron imposible un triunfo que ya estaba muy complicado.

Un despropósito ofensivo

Los griegos, con menos talento pero con más físico y sobre todo con más carácter, se llevaron un partido en el que tampoco estuvieron finos desde el triple (6/23) y en el que casi sucumben por su desacierto en los tiros libres (13/24). Supieron manejarse mejor entre el despropósito ofensivo que fue el partido. El primer cuarto acabó 12-9 con 5/31 en tiros entre los dos equipo. Se vieron más pérdidas (nueve) que canastas. Y así fue casi toda la noche: al descanso, 27-25, marcador propio de un solo cuarto; y al final del tercer acto, empate a 40.

El trabajo de McKissic (12 puntos) y Milutinov (10+10) en la segunda parte y los triples de Papanikolau fueron determinantes ante un Barcelona que se movió con los destellos de Laprovittola y con un Ricky cuya presencia en pista siempre se notó para complicar los ataques helenos. En su regreso, no podrá estar en la Final Four. Acaba la racha azulgrana de tres presencias consecutivas, aunque no pudo levantar el título en ninguna de esas ocasiones. No lo hace desde 2010. El Olympiacos será el rival del Real Madrid en Berlín.